viernes, 3 de febrero de 2017

Aprender a comunicar VII




Aprender a comunicar: prevención familiar en el ámbito local. (VII)
3.2. Método de intervención
Ángel Vallés*, Esther Pedrosa**, Francisco Verdú*** y Fortunato Tàpia*
*UPCCA de la Mancomunitat de la Ribera Alta
**Psicóloga
***Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública - Generalitat Valenciana



Puesto que la problemática del consumo
de drogas es multifactorial y tiene consecuencias
multidimensionales (Arbex, 2002;
Moncada, 1997), para que las intervenciones
sean efectivas, es importante que sean multicomponentes
y comprehensivas (Kumpfer y
Alvarado, 2003) y que estén personalizadas,
es decir, que actúen sobre las necesidades
particulares que tienen las familias. Así queda
reflejado también en la ponencia técnica del
Plan Nacional Sobre Drogas (1997), que
señala que los programas de prevención
deben tener una adecuada correlación con
las características específicas del problema
en el seno en el que se implantan, debiendo
para ello estar debidamente ajustados a
una valoración previa de las necesidades de
intervención.
Los autores del programa AaC han desarrollado
recientemente un cuestionario de
detección del perfil de riesgo percibido por
los padres respecto a las adicciones de los
hijos. Dicho instrumento, cuyo diseño está
siendo actualmente sometido a un estudio
para mejorar sus propiedades psicométricas,
indaga sobre la percepción de los padres respecto
a la presencia y/o ausencia de distintos
factores de riesgo y de protección, individuales,
relacionales y sociales a los que están
expuestos sus hijos. Se pretende conocer el
índice global de vulnerabilidad al consumo de
drogas de los jóvenes y, por otro, un perfil del
riesgo específico al que está expuesta cada
familia en los distintos factores valorados.
Permite adaptar el nivel de intensidad de la
intervención requerido por las familias, bien
sea una aplicación de tipo universal, selectiva
o indicada del programa.
El trabajo sobre el perfil de riesgo específico
se realiza utilizando la comunicación
como medio que posibilita educar en la
salud y como fin que facilita mejorar las
relaciones entre padres e hijos, fomentando
la cohesión, el vínculo y buen clima
familiar como variables protectoras frente
a las drogas y otras conductas de riesgo.
Sirva el símil para aclararlo, mientras que la
evaluación del perfil de riesgo indicaría la dirección
de trabajo a seguir, la comunicación
constituiría el vehículo con el cual se ayudará
a las familias a avanzar hacia el objetivo de
la prevención de las drogodependencias
en sus hijos. Esta es la hipótesis de trabajo
de la intervención y el eje principal, por
ello, el programa, dispone de instrumentos
elaborados para valorar las habilidades de
comunicación de los padres, obteniendo
una línea base de puntuaciones sobre las
que trabajar. En este sentido, los hijos tienen
un protagonismo clave en la evaluación de
las habilidades comunicativas de sus padres
y, por lo tanto, en su mejora.
En la tabla 4 se recogen los cuestionarios
de evaluación de la comunicación de los que
dispone el programa y a quiénes van dirigidos.
Atendiendo a las necesidades detectadas
en las Escuelas de Madres y Padres y a la baja
percepción de riesgo de éstos sobre las conductas
problema de sus hijos e hijas hemos
iniciado nuevas líneas de intervención que
son una alternativa a la metodología inicial
del programa (Vallés et al., 2013)
Como puede verse en la tabla 5 se pretende
que los padres estén en contacto con
el servicio público UPCCA a lo largo del
ciclo vital del adolescente partiendo de una
prevención universal para llegar si se da el
caso a una prevención selectiva o indicada.

REVISTA ESPAÑOLA DE DROGODEPENDENCIAS 

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