Aprender a comunicar: prevención familiar en el ámbito local. (IX)
4. ASISTENCIA Y ADHERENCIA CRUCIALES PARA LA EFECTIVIDAD DEL PROGRAMA
Ángel Vallés*, Esther Pedrosa**, Francisco Verdú*** y Fortunato Tàpia*
*UPCCA de la Mancomunitat de la Ribera Alta
**Psicóloga
***Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública - Generalitat Valenciana
Más allá de los aspectos citados en los
epígrafes anteriores, el ámbito local imprime
unas particularidades a la implantación de
programas de prevención familiar que cabe
tener en cuenta para mejorar su efectividad.
Algunas de ellas han sido puestas de relieve en
la literatura científica sobre las características
de las intervenciones familiares con más aval
empírico (Fernández et al., 2010; Fernández et
al., 2012; Kumpfer y Alder, 2006; Kumpfer y Alvarado,
2003; Martínez, 2001). Puesto que no
es el objetivo del presente artículo hacer una
revisión de ellas, se remite al lector interesado
a las referencias bibliográficas pertinentes.
Existen una serie de matices que desde
nuestra experiencia profesional, también
inciden en la efectividad de los programas
de prevención familiar de ámbito municipal.
El primero de ellos alude a la premisa básica
de que, para que un programa de prevención
familiar sea efectivo la población diana ha de
acudir a las sesiones de trabajo, siendo más
sencillo lograr la asistencia si la intervención
les ofrece una respuesta útil y personalizada a
su problemática. Al tiempo que se adapta a los
horarios de las familias y refuerza su asistencia.
Una de las estrategias para fomentar la
asistencia y adherencia a las sesiones de
formación se basa en la utilización de los
resultados de los dos tipos de evaluación de
necesidades: por un lado, la relativa al índice
de vulnerabilidad y perfil de riesgo al consumo
de drogas de los hijos y, por otro, a las
habilidades de comunicación de los padres.
Tales resultados se utilizan como reactivos
que ayudan a sensibilizar a los progenitores
sobre la probabilidad de consumo de drogas
al que están expuestos sus hijos, a la vez que
se les instruye sobre el importante papel que
desempeñan para prevenirlo, motivándoles
así a asistir al programa. Además, los hijos
evalúan las habilidades de comunicación de
sus padres, participando en el proceso de
mejora de éstas y, por lo tanto, implicándose
en la intervención.
También juegan un importante papel en
la asistencia y adherencia las tareas para casa
contempladas en el programa para poner
en práctica las habilidades aprendidas en las
sesiones de trabajo y su generalización al ámbito
familiar. La resolución de las dificultades
surgidas en el ámbito familiar animarán a los
padres a asistir a posteriores sesiones para
plantear y solucionar sus dudas.
Más allá de tales propósitos, las tareas
para casa también pretenden, no sólo que
los padres se impliquen activamente en la
respuesta a sus necesidades de prevención,
sino también que, a través de su puesta en
práctica, la intervención sea extensiva a los
hijos. Por ello, pese a que inicialmente las sesiones
de trabajo del programa están dirigidas
a padres, la intervención es comprehensiva,
involucrando al conjunto de la familia.
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