lunes, 31 de octubre de 2016
Consumo de alcohol en mujeres (I): Resumen
Opiniones de los y las profesionales de Atención Primaria sobre el consumo de alcohol en mujeres. Barreras percibidas para la intervención
Vega E. Benito-López*, Eva Bolaños-Gallardo**, Susana Redondo-Martín*** y
José A. Maderuelo-Fernández****
* Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. SACYL. INCYL. IBSAL.
** Psicóloga. Especialista en investigación cualitativa, salud y género.
*** Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, Junta de Castilla y León. Universidad de Valladolid.
**** Unidad de Investigación de Atención Primaria de La Alamedilla. SACYL. REDIAPP. IBSAL.
Resumen:
Objetivo: conocer la opinión de los y las profesionales de Atención Primaria (AP)
acerca del consumo de alcohol, especialmente entre las mujeres, analizar las dificultades
encontradas e identificar áreas de mejora. Materiales y método: Se ha realizado una
investigación cualitativa, entre el personal de AP de Salamanca. Fueron seleccionados
profesionales (enfermería, medicina, pediatría, trabajo social y matronas) con más de
dos años de experiencia en AP. Se desarrollaron 14 entrevistas y 4 grupos de discusión,
cuyas grabaciones fueron transcritas obteniendo el texto base del análisis discursivo.
Resultados: Los y las profesionales de AP reconocen una especial dificultad para detectar
e intervenir frente a consumos de riesgo de alcohol y especialmente en el caso de las
mujeres. Entre los factores contribuyentes se identifican, prejuicios y estereotipos de
género, el temor a invadir la intimidad del paciente, la sobrecarga y organización del trabajo,
y otros relacionados con las habilidades para realizar la detección y la intervención
breve. Discusión: Se precisan actuaciones sensibilizadoras y formativas con perspectiva
de género que faciliten al personal sanitario el abordaje de situaciones de consumo
de riesgo de alcohol, sistematizar el consejo preventivo y orientarlo a la salud de las
propias mujeres. También se perciben carencias en la coordinación de los recursos
disponibles tanto preventivos como asistenciales.
Palabras Clave:
Consumo de Bebidas Alcohólicas. Mujeres. Investigación Cualitativa. Atención Primaria de Salud. Grupos Focales. Entrevistas como asunto. Personal de Salud. Actitud del Personal de Salud.
Correspondencia a:
Vega-Estíbaliz Benito-López
e-mail: vegaestibaliz.benito@salud-juntaex.es
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viernes, 28 de octubre de 2016
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco (IX): BIBLIOGRAFÍA
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
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jueves, 27 de octubre de 2016
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco (VIII): CONCLUSIONES
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (VIII): CONCLUSIONES
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
Es apresurado hacer un balance definitivo
del estado de la producción científica en
trabajos que traten sobre el consumo de
cannabis-tabaco, pero este trabajo revela
que aumenta significativamente el número
de trabajos científicos dedicados a este tema,
por lo que podría decirse que es un tema que
empieza a despertar preocupación e interés
entre los diferentes profesionales que trabajan
en el campo de las drogodependencias.
De acuerdo con los datos proporcionados,
el primer trabajo sobre este tema incluido
en la base de datos Web of Science (Wos)
es el de R. Hornung titulado Smoking and the
Consumption of Cannabis Products, publicado
en el año 1981 en la revista Sozial-Und
Präventivmedizin.
Se observa que existe un colectivo creciente
de autores que se han incorporado a
publicar en estos temas, sobre todo a partir
del año 1993, siendo el año 2014 el que
destaca por ser el año en que más artículos
sobre el tema se han indizado en las bases
de datos de la Web of Science (WoS). El
número de revistas que han utilizado los
investigadores para publicar trabajos sobre
este tema de investigación es muy amplio
y pertenecen a diferentes áreas temáticas y
disciplinas científicas, siendo las revistas Drug
and Alcohol Dependence, Addictive Behaviors y
Addiction las que destacan por ser las que han
publicado un mayor número de trabajos. Un
aspectos que hay que destacar es que las tres
revistas están situadas en el cuartil 1 dentro
en la categoría Substance Abuse de la base
de datos Journal Citation Reports (JCR) del
Social Science Citation Index (SSCI).
El análisis de coautoría descubre la existencia
de diferentes grupos de investigación,
y también muestra que empiezan a emerger
algunos grupos de colaboraciones habituales,
aunque, en general, las colaboraciones
son esporádicas, con un alto porcentaje
(86,63%) de autores ocasionales. Los autores
con mayor producción son Gerhard
Gmel, que trabaja en el Addiction Switzerland
Research Institute y en el Lausanne Univ.
Hospital, Alcohol Treatment Ctr, en Lausana
(Suiza), John Strang cuyo lugar de trabajo es
el Kings College London. Inst. Psychiatr. Psychol
& Neurosci. Dept. Adicciones, en Londres
(Inglaterra) y Gilbert J. Botvin, que trabaja
en el Weill Cornell Medical College, en Nueva
York (Estados Unidos).
El aumento de la producción científica
en los últimos años de trabajos sobre el
consumo del cannabis y tabaco, viene a
confirmar el interés despertado en este
tema y la necesidad de potenciar la investigación
en este campo. Este trabajo no
pretende agotar el tema sino abrir nuevos
análisis para identificar las características
de la producción científica de los grupos
identificados, así como en su repercusión
e impacto científico, el estudio de la colaboración
institucional y la identificación de
las temáticas o líneas de investigación prioritarias
y, por tanto, sugiere la continuidad
de estudios en esta dirección.
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miércoles, 26 de octubre de 2016
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco (VII): Los autores
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (VII): Los autores
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
Para determinar las características de la autoría
de los artículos, conviene conocer tanto
el número total de autores que han publicado
los trabajos, como la cantidad de artículos que
publica cada autor. En nuestro caso, los 985 artículos
han sido publicados por 3.732 autores.
En la tabla 2 se distribuyen los autores según
el número de trabajos publicados.
El 86,63% de los autores han publicado
un solo trabajo (productores ocasionales), y
el 13,32% ha publicado entre 2 y 9 trabajos
(medianos productores). Solamente el 0,5%
ha publicado 10 ó más artículos (grandes
productores).
Los autores más productivos han sido G.
Gmel (11 trabajos), J. Strang (10 trabajos)
y G.J. Botvin (9 trabajos) y B. Brands, M.A.
Huestis, A. Kokkevi, J. McCambridge, K.
Monshouwer y C. Strike con 8 trabajos cada
uno de ellos. Otros 13 autores publicaron
más de 5 trabajos cada uno de ellos (tabla
2). Un aspecto que llama la atención es que
la producción científica de algunos de estos
autores es variable a lo largo del tiempo. En
la tabla 3 se muestra la relación de los autores
que han publicado 5 o más artículos a lo largo
de todo el período estudiado. Durante los
años 1981-2002 se observa que solamente
son tres los autores (G.J. Botvin, T. Diaz y J.A.
Epstein), cuya producción es igual o superior
a 5 trabajos durante ese período, sin embargo,
durante el período 2003-2016, son 28 los
autores que han colaborado en la publicación
de 5 o más trabajos. Otro aspecto que hay
que destacar es que de los 35 autores que han
publicado 5 ó más trabajos sobre consumo
de cannabis y tabaco, solamente son 15 los
que han publicado algún artículo a lo largo de
todo el período analizado.
En cuanto a la autoría de los trabajos,
el análisis de redes de coautoría identifica
los principales grupos que trabajan sobre
consumo de cannabis y tabaco. El gráfico
3 muestra las redes de coautoría tomando
como limite a los autores más productivos,
considerando como tales aquellos autores
que han publicado 5 o más trabajos sobre
consumo de cannabis y tabaco durante los
años 1981-2016. La imagen muestra una red
muy tupida de colaboraciones, en la que los
nodos identifican a los autores y las líneas y
su intensidad establecen las relaciones de
coautoría.
Con el fin de poder visualizar mejor los
grupos de investigación existentes, se ha
realizado una red de colaboración de los
autores que han publicado 5 o más trabajos,
pero en esta ocasión, se ha eliminado del
gráfico la representación de aquellos colaboradores
que han participado solamente
en 1 trabajo (colaboradores eventuales)
durante los años 1981-2016 (gráfico 4). En
este caso, se observa con mayor claridad una
relación consolidada entre los autores que se
relacionan entre sí, y esta es más o menos
intensa en función del número de trabajos
que han firmado en autoría. El número total
de grupos que aparecen en la red son 16. El
cluster de mayor tamaño incluye 21 autores y,
ente ellos se encuentran 3 de los autores con
elevada producción como son A. Kokkevi, K.
Monshouwer y A.C.Parrot. El segundo lugar
en cuanto a tamaño lo ocupa un cluster que
cuenta con 17 autores, del que forman parte
otros tres grandes productores, J.M. Najman,
M.R. Hayatbakhsh y M.J Moore. En tercer
lugar lo ocupa un cluster formado por 16
autores, entre los que se encuentran cuatro
grandes productores como son G. Gmel, J.C.
Suris, A. Berchtold y P.A. Michaud. También
hay que mencionar que la existencia de dos
clusteres formados por 2 autores cada uno
y, uno de ellos es el formado por J. Strang y
J. McCambridge.
La forma de definir la colaboración científica
varía entre las disciplinas científicas y, a
menudo, cambia a través del tiempo. En general,
actualmente se observa un crecimiento
de la colaboración científica en casi todos los
campos y disciplinas científicas. El incremento
en la colaboración científica tiene varias
explicaciones, entre ellos se encuentran:
problemas complejos cuya solución exige un
enfoque inter y multidisciplinario; aumento en
la especialización de las disciplinas; políticas
de financiamiento que estimulan la formación
de grupos de trabajo; políticas para fomentar
la colaboración intersectorial; acuerdos de
cooperación regionales; tecnologías de la
información que facilitan el trabajo a distancia;
la globalización de la ciencia, etc. Algunos de
los incentivos o beneficios esperados para
los participantes son: acceso a fuentes de
financiamiento e infraestructura; actualización
de conocimientos teóricos o tácticos;
intercambio de ideas; mayor visibilidad y
productividad; incorporación a redes de
científicos. El encuentro previo a la propuesta
para colaborar puede resultar de diferentes
escenarios como son, contacto informal a
través de congresos y reuniones, proximidad
geográfica y el vínculo tutor-estudiante. Por
este motivo, un tema de interés en el análisis
de redes es el relacionado con la ocurrencia
de cambios en una red, con el fin de ver si
ha habido cambios en los diferentes grupos
de investigación a lo largo del tiempo como
consecuencia del establecimiento de nuevas
relaciones de los actores.
En el gráfico 5 se muestra la red de autores
que han publicado 5 o más trabajos durante el
período 1981-2002. La red está formada por
un total de 11 autores que forman parte todos
ellos de un solo grupo de investigación liderados
por G.J. Botvin, que además de destacar por su
gran producción, destaca también por su papel
de intermediación dentro del grupo. Formando
parte del grupo también se encuentran otros
dos autores que destacan por su gran producción,
como son J.A. Epstein y T. Diaz.
Cuando comparamos esta red con la red
de autores que han publicado 5 o más trabajos
durante el período 2003-2016, se puede
ver claramente las diferencias (gráfico 6). En
este segundo caso, nos encontramos con
una red que está formada por 400 autores
que se agrupan en 13 subredes. Con el fin
de visualizar mejor los diferentes grupos de
colaboración, se ha procedido a representar
la red de autores que han publicado 5 o más
trabajos durante el mismo período de tiempo,
pero representándolos solamente junto con
aquellos colaboradores que han participado
con ellos en la realización de 2 o más trabajos
(Gráfico 7). Se observa claramente la existencia
de las diferentes subredes o grupos de
investigación, siendo las agrupaciones más numerosa
las formada por 21, 16 y 10 miembros
y que, tal como se ha indicado anteriormente,
cuentan entre ellos con autores que destacan
por su gran producción científica. Se observa
que hay redes de diferentes tamaños (1 de 9
autores, 1 de 8 autores, 2 de 7 autores, 1 de
6 autores, 2 redes de 5 autores, 2 redes de 4
autores y una red de 2 autores). En esta red
hay que destacar el papel que desempeñan
algunos autores como F. Beck, L. Karila, M.
A. Huestis, A. Kokkevi, K. Monshouwer, F.
Schifano y JS. Tucker, como intermediarios,
dentro de su grupo.
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martes, 25 de octubre de 2016
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco (VI): Las revistas
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (VI): Las revistas
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
Las revistas científicas constituyen uno de
los principales medios de comunicación de los
últimos avances en la investigación científica
y tecnológica, y son el instrumento utilizado
por los científicos para dar a conocer de una
forma rápida, los resultados de sus trabajos.
Del análisis de las revistas científicas se pueden
extraer importantes indicadores. Cuando se
analizan las revistas más utilizadas para publicar
artículos sobre el consumo de cannabis y tabaco
se observa que existe una gran dispersión
de publicaciones. Las investigaciones acerca
de la literatura científica, en especial de la
publicada en las revistas, están hoy centradas
en el modelo matemático formulado por S.
Bradford en el año 1948 en el que el propio
autor mencionaba que “si las revistas científicas
se disponen en orden decreciente de productividad
de artículos sobre un tema determinado,
puede distinguirse un núcleo de revistas más
específicamente consagradas al tema y varios
grupos o zonas que incluyen el mismo número
de artículos que el núcleo, siendo el número de
revistas en el núcleo y en las zonas siguientes
como 1: n: n2:...”. La ley de Bradford se aplica,
por lo tanto, a la dispersión por revistas de los
artículos sobre un tema determinado.
En nuestro caso se han recuperado y analizado
985 artículos que han sido publicados
en 431 revistas. Al analizar las publicaciones,
observamos cómo un 50% de los artículos
están concentrados en 62 revistas y el 50%
restante en 369 revistas distintas. Si nos
detenemos a observar las revistas más productivas,
observamos que la revista Drug and
Alcohol Dependence (42 artículos) Addictive Behaviors
(38 artículos) y Addiction (32 artículos)
son las más productivas en esta temática, y
juntas suman más de un 11% de la producción
total. La tabla 1 muestra la relación de
las 25 revistas que han publicado un mayor
número de trabajos sobre el tema, junto con
el número de trabajos y áreas temáticas en
la que están clasificadas estas revistas en las
bases de datos Journal Citation Index (JCR).
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lunes, 24 de octubre de 2016
Consumo de cannabis y tabaco (V): Evolución temporal de la producción científica
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (V): Evolución temporal de la producción
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
La cobertura temporal diseñada en la
estrategia de búsqueda no parte de un año
definido. El primer artículo que se recupera
sobre consumo de cannabis y tabaco data
de 1981. Sin embargo no es hasta 1991
cuando empiezan a publicarse de manera
continuada diferentes artículos, aunque no
es hasta 1993 cuando la producción empieza
a superar la decena de documentos en
un año. A partir del año 2000 la tendencia
se muestra creciente de manera constante*.
En el gráfico 2 se puede ver con claridad
la evolución temporal de la producción de
artículos agrupada por sexenios, con el fin
de poder ver con mayor claridad la evolución
de la producción científica.
* Hay que tener en cuenta que del año 2016 solamente
se han recogido los trabajos incluidos en la base
de datos hasta el mes de marzo.
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viernes, 21 de octubre de 2016
Consumo de cannabis y tabaco (IV): RESULTADOS
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (IV): RESULTADOS
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
Se han recuperado un total 1.008 trabajos
sobre consumo de cannabis y tabaco
en revistas internacionales que han sido
indexados por las bases de datos de la Web
of Science (WoS). Los tipos de trabajo predominantes
fueron los artículos originales
(933 trabajos, 89,88%) y los artículos de
revisión (52 trabajos, 5,01%) que juntos
suponen casi el 95% de todos los trabajos
publicados (gráfico 1) y que han sido las
tipologías documentales seleccionadas para
la realización de este estudio.
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jueves, 20 de octubre de 2016
Consumo de cannabis y tabaco (III): MATERIAL Y MÉTODO
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (III): MATERIAL Y MÉTODO
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
En este trabajo se presenta un análisis
descriptivo de la producción científica internacional
en consumo de cannabis y tabaco.
Para ello, se ha utilizado como fuente de
información las bases de datos Science
Citation Index (SCI) y Socials Science Citation
Index (SSCI) a través de la plataforma
Web of Science (WoS). Estas bases de
datos de datos están consideradas como
la “corriente principal de la ciencia”, ya
que algunos sectores consideran que solo
analizan revistas de excelencia científica.
Estas dos bases de datos, al igual que otras
bases de datos producidas por Thompson
Reuters, presentan una serie de ventajas
que las hacen especialmente adecuadas
para su utilización en este tipo de estudios
por tratarse de bases de datos multidisciplinarias,
que seleccionan las revistas
indizadas atendiendo a criterios de calidad
científica, calidad formal y reconocimiento
por parte de la comunidad científica, realizan
un vaciado total de las revistas (“cover
to cover”), es decir, incluyen todos los
trabajos publicados en las revistas indizadas
(artículos, notas, editoriales, necrológicas,
bibliografía, crítica de libros, discusión,
cartas, resúmenes, etc.), recogen el nombre
de todos los firmantes de los artículos,
el lugar de trabajo de todos los firmantes
y, además, ofrecen información sobre las
referencias bibliográficas que aparecen en
los documentos analizados, dato que permite
realizar búsqueda de citas. Se realizó
una perfil de búsqueda combinando los
términos “cannabis”, “smok*”, “tobac”,
“marijuana”, “cigarette”, “consumption”,
“polydrug” en el campo topic, sin realizar
ninguna limitación temporal. Para cada
trabajo recuperado se registraron las
siguientes variables: año de publicación,
título, autores, filiación institucional, país,
revista, y áreas temáticas de acuerdo con las
categorías del Journal Citation Index (JCR).
Una vez recogida toda la producción, se
ha confeccionado una base de datos “ad
hoc” utilizando los programas MsExcel y
Access 2007 y se ha normalizando el campo
de autores conforme a posibles variantes de
indización aparecidos. Uno de los principales
problemas del análisis bibliométricos de los
registros descargados de las bases de datos
bibliográficas es el de la falta de normalización
de algunos datos, especialmente los
nombres de los autores y de las instituciones,
de ahí que resulte fundamental efectuar
un proceso de normalización para poder
obtener correctamente los indicadores.
Posteriormente, una vez normalizados los
nombres de los autores, se han identificado
cuales son los autores más productivos y
mediante la aplicación de programas de
análisis de redes sociales (ARS) se han identificado
los principales grupos de investigación
que trabajan en este campo.
La colaboración global entre los autores
se ha efectuado a partir del índice de
colaboración o coautorías. A partir de la
identificación de las principales relaciones
de colaboración, se han construido las diferentes
redes o representaciones visuales
de las colaboraciones entre los autores
utilizando los programas Pajek y Ucinet. En
estos gráficos de redes, el tamaño de los
nodos representa el peso que cada término
tiene en la red, y el grosor de las líneas indica
la intensidad de la relación. También se ha
analizado la distribución de trabajos en las
diferentes revistas, con el fin de identificar
las más utilizadas por los investigadores para
dar visibilidad a sus trabajos.
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miércoles, 19 de octubre de 2016
Consumo de cannabis y tabaco (II): INTRODUCCIÓN
Producción científica en consumo de cannabis y tabaco a través de la Web of Science (II): INTRODUCCIÓN
Julia Osca-Lluch
INGENIO (CSIC-UPV). Universidad Politécnica de Valencia
El consumo de tabaco, alcohol y otras
drogas constituye un problema prioritario
en salud pública, ya que comporta niveles
alto de morbilidad y mortalidad prevenibles
(King, Wold, Tudor-Smith y Harel, 1996).
Además de las consecuencias a largo término,
los efectos a corto plazo del consumo entre
los jóvenes son importantes y se asocian con
diversos daños, violencia y suicidio, embarazo
adolescente, enfermedades de transmisión
sexual y problemas de salud mental (Bauman
y Phongsavan, 1999).
Entre las drogas ilegales, el cannabis es la
substancia más ampliamente consumida en
España y la mayoría de los países europeos y
la que se asocia con una edad más temprana
de primer consumo experimental (Amado,
Arce e Isorna, 2014). El uso de cannabis, sustancia
psicoactiva bajo control internacional,
está generalizado en todo el mundo y sus
consecuencias sobre la salud han preocupado
y preocupan a la Organización Mundial
de la Salud (OMS), ya que el consumo de
cannabis produce diversos efectos nocivos
agudos y crónicos en la salud (Quiroga, 2000,
Contreras et al., 2016).
Sin embargo, la construcción social del
significado atribuido tanto al alcohol como
a los derivados cannábicos se fundamenta
sobre unas peculiaridades condiciones
contextuales y socioculturales (Moral et
al., 2009). La masiva incorporación de adolescentes
y jóvenes de ambos sexos como
consumidores de drogas (principalmente
bebidas alcohólicas, tabaco y derivados del
cannabis) se está traduciendo no sólo en un
importante incremento de las prevalencias de
uso de estas sustancias, sino en la instauración
de una imagen normalizada de las drogas y
en la banalización de los efectos asociados
a su consumo. Algunos autores indican que
diversos fenómenos sociales han hecho que
aminorase toda la alarma social vinculada al
uso del cannabis, consiguiendo una imagen
social de droga que no causa problemas
(Boses y Calafat, 2000). Ello está provocando
un cambio importante en las percepciones
sociales sobre las drogas, observándose la
reducción drástica de los niveles de rechazo
de las mismas, su creciente aceptación y la
normalización de su consumo. El resultado de
este proceso es que el consumo de alcohol y
otras drogas ha pasado a convertirse en un
elemento de referencia de la cultura juvenil,
ocupando un papel central en el ocio del fin
de semana y actuando como elemento de
integración social (Isorna, 2013).
Globalmente, la experimentación con las
sustancia adictivas más comunes se produce
en la edad escolar, lo que ha subrayado aún
más el papel de la escuela en la prevención de
estos consumos, ya que los programas que se
implementan en este ámbito tienen la ventaja
de llegar a la mayoría de los jóvenes, así como
a sus familias e, incluso, a la comunidad (Fernández,
Nebot y Jané, 2002). Normalmente
el inicio del cannabis viene precedido por
el alcohol y el tabaco (Calafat et al., 2000).
La iniciación es en términos generales más
temprana en el alcohol y el tabaco, produciéndose
en promedio antes de los 15 años. A los
16 (en promedio, en general entre los 13,5 y
18,5 años) se han iniciado en el cannabis quienes
lo hayan hecho. La edad de inicio en el
consumo de cannabis muestra asociación con
determinadas variables sociodemográficas e
históricas del individuo. Un estudio realizado
a finales del año 1998 en cinco ciudades españolas
sobre el inicio del consumo de algunas
sustancias en jóvenes muestra que existen
diferentes procesos o vías para iniciarse en
el uso de cannabis y que además, a más consumo
de cannabis mayor consumo de otras
drogas legales o ilegales, mayor policonsumo
y mayor participación en la vida nocturna.
Los consumos de alcohol, tabaco y cannabis
suelen presentar una asociación muy estrecha
de manera que el consumo de una de estas
sustancias se asocia con el consumo de las
demás (Font-Mayolas, Gras y Planes, 2006).
El uso de alcohol, tabaco y cannabis tiene una
alta prevalencia entre los jóvenes en España
en comparación con la mayoría de los países
europeos, siendo el policonsumo el patrón
más común (Plan Nacional sobre Drogas,
2011; Fuentes, Alarcón, García y Gracia,
2015). Con frecuencia, el fumar cigarrillos
y el uso de cannabis ocurren simultáneamente
(Brook, Lee, Finch y Brown, 2010;
Degenhardt, Hall y Lynskey, 2001; Miguez y
Becoña, 2015). Mientras que el consumo de
tabaco se considera un problema de salud
pública importante y que es la mayor causa
de muerte prevenible, que también afecta
a los jóvenes (OMS, 2013), sin embargo, el
consumo de cannabis ha sido escasamente
descrito como aquel que dará lugar a problemas
de salud (Merino, 2000). El cannabis
es protagonista de un controvertido tema
de debate debido a que se reciben mensajes
antagónicos. Por una parte se informa de las
beneficiosas aplicaciones clínicas del cannabis
y si se trata de una droga adictiva, aunque
algunos estudios constatan que el consumo
habitual o diario es muy frecuente entre los
usuarios de cannabis, hecho que se suele dar
con pocas drogas recreativas a excepción
del tabaco (Calafat et al., 2000) y, por otra,
se hace referencia a que no es una sustancia
inocua (Fuentes et al., 1998).
Tal vez por estos motivos, la dificultad
de rebajar el consumo de cannabis es un
fenómeno real que sin embargo ha recibido
poca atención hasta hace poco (Farrel,
1999), pese a que el uso de sustancias
ha aumentado en los adolescentes en los
últimos años y se ha convertido en una
amenaza para esta población debido a las
consecuencias a corta y largo plazo para
la salud (Vinet y Faúndez, 2012). Llama
la atención que, así como la publicidad y
comercialización del tabaco en España, es
materia regulada, sin embargo, en el caso del
cannabis, pese a su consideración de droga
ilegal, su cultivo, los sistemas de producción,
iluminación interior, la oferta de productos
agroquímicos y fitosanitarios, su publicidad
directa y por internet, han desarrollado en
algunos países como España, una industria
expansiva que mueve anualmente cifras exponencialmente
crecientes, aprovechando
el vacío legal existente. Hay evidencia de la
decisiva influencia de la publicidad directa e
indirecta del tabaco en la población juvenil,
pero hay muy pocos datos acerca de la realidad
del cannabis en términos económicos
de mercado, y su impacto e influencia en
la juventud que observa a su alrededor la
proliferación de Grow Shops, junto a estancos,
máquinas expendedoras y tiendas
de cigarrillo electrónicos (Zabala, 2015).
En general, la investigación en drogodependencias
se ha ido consolidando y, por
este motivo, el crecimiento de la producción
científica en este campo potencia la realización
de estudios bibliométricos que aportan
una visión interesante de la actividad científica
(Guardiola et al., 2006; Osca-Lluch, 2012;
Gonzalez et al., 2015). La producción científica
es un indicador que permite determinar
el crecimiento de la ciencia y sus diferentes
campos de estudio a través del número
de trabajados y los diferentes elementos
bibliográficos que contienen, que permiten
conocer la producción de los investigadores,
de un país o institución sino también
las colaboraciones entre los mismos. Los
estudios sobre la producción científica y otras
actividades investigadoras de una disciplina se
han convertido en una práctica relativamente
frecuente en el quehacer científico.
El presente trabajo pretende ofrecer una
visión general de la producción científica
internacional publicada en revistas internacionales,
que tratan sobre el consumo de
cannabis y tabaco, con el fin de conocer y
determinar el estado en que se encuentra la
investigación en este campo e identificar las
redes de colaboración de autores que han
publicado artículos científicos sobre este
tema y, además, conocer que revistas son
las más utilizadas por los investigadores para
publicar sus trabajos sobre este tema.
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