Prevención y reducción de riesgos en el ocio nocturno: el papel de las corporaciones locales (XVIII)
Mariangels Duch, Amador Calafat y Montse Juan
Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea)
3.1. Experiencias de éxito en Europa por iniciativa municipal
El programa STAD, iniciado en 1996 por
la municipalidad de Estocolmo, tiene como
objetivo la prevención de la venta de alcohol
a los menores y a los clientes ebrios. Esta
intervención, obligatoria desde 1999, incluye
partes fundamentales como la formación
del personal en dispensación responsable,
la movilización comunitaria y una estricta
aplicación de la ley. Su evaluación ha encontrado
mejoras continuas en el tiempo: una
reducción de la delincuencia del 29% (1998-
2000), una disminución de los problemas en
los locales con licencia, un aumento en el
número de locales que se niegan a servir a
los clientes intoxicados (70% en 2001), y un
aumento constante en el número de negativas
a servir a los menores, que han pasado
del 55% en 1996, al 59% en 1999, y el 68%
en 2001) (Wallin y Andreásson, 2004). El
programa ha demostrado también una gran
rentabilidad coste/beneficio.
Ante la evidencia de que el consumo
de drogas entre el personal y los clientes
de clubs mostraba mayores prevalencias
que entre la población en general (Gripenberg
Abdon, Wallin y Andréasson, 2011a),
STAD lanzó en 2001 un programa específico,
‘Clubs contra las Drogas’, que propone
un enfoque ambiental para la prevención del
consumo y se centra en establecimientos
de alto riesgo (clubs y discotecas de moda)
para disminuir la accesibilidad y las oportunidades
de uso. El programa ha mostrado importantes
mejoras en la intervención de los
porteros para detectar y asistir a los clientes
bajo los efectos de dicho consumo (Gripenberg
Abdon, Wallin y Andréasson, 2011b)
En Inglaterra y Gales, el trabajo en coalición
entre agencias locales es exigido por ley.
(Home Office, 2007). La iniciativa Liverpool’s
City Safe incluye vigilancia policial, un plan de
trabajo conjunto entre locales recreativos y
policía, un programa de formación del personal
de los locales, la prohibición de beber
en la calle y campañas de seguridad dirigidas
a los clientes, entre otros. Por su parte, la
iniciativa Tackling Alcohol-related Street Crime
(TASC), coalición multiagencia liderada por
la policía de Cardiff, ha mostrado importantes
reducciones en el número de incidentes
desde la aplicación del programa (Maguire
y Nettleton, 2003). Asimismo, la Ley de Licencias
de Escocia (2005) proporciona un
marco jurídico que exige a los titulares de
las mismas el cumplimiento de un funcionamiento
responsable que incluye la formación
obligatoria para el personal que dispensa
alcohol.
En todas estas iniciativas, junto a otras de
largo recorrido implementadas en Canadá,
Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda,
la concesión de licencias para la dispensación/
venta de alcohol juega un papel fundamental;
ya que el incumplimiento de la normativa
establecida supone una retirada para
los establecimientos de dicha concesión.
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