martes, 14 de marzo de 2017

Prevención de riesgos en el ocio nocturno (IX)


Prevención y reducción de riesgos en el ocio nocturno: el papel de las corporaciones locales (IX)

Mariangels Duch, Amador Calafat y Montse Juan
Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea)

1.3. Similitudes y diferencias entre la vida recreativa local y la turística
Es un fenómeno poco estudiado la forma
en que la amplia oferta de ocio nocturno
para los turistas existente en España influye
la forma en que los autóctonos deciden divertirse.
La gran oferta de establecimientos
creada para los turistas abre oportunidades
de consumo para las poblaciones locales
(aunque es cierto que en ocasiones no se
mezclan las nacionalidades). Tenemos que
considerar también que la importante industria
generada alrededor del turismo busca
expandirse buscando otras oportunidades
de negocio. Y, sobre todo, se ha generado
en España una visión seguramente excesiva
(comparada con otros países) de la fiesta.
Todo ello lleva a que en cualquier lugar de
España se repiten modelos de diversión similares
centrados en la diversión nocturna.
Hasta los ayuntamientos han ido reprogramando
sus fiestas populares cada vez pensando
en las ‘necesidades’ de diversión nocturna
de los jóvenes. La facilidad con que se
ha extendido el botellón por la geografía española,
contando muchas veces con la connivencia
municipal, es un buen ejemplo de esta
actitud ‘pro fiesta’ de la sociedad española.
Todo ello ha tenido influencia en los hábitos
de consumo de los adolescentes y jóvenes
españoles, que están entre los de mayor
consumo de drogas ilegales de Europa
(ESPAD, 2011). También se ha producido
un cambio en la frecuencia de borracheras
entre ellos (ESTUDES, 2012)
También los jóvenes españoles viajan a
destinos turísticos dentro de España en búsqueda
de vida nocturna. En una comparación
de 3.003 jóvenes turistas españoles, británicos
e ingleses visitando las islas de Mallorca
e Ibiza en el verano de 2007 (Hughes et al.,
2008) se comprobó que los turistas españoles
se mostraban significativamente menos
propensos a emborracharse. En este sentido
sólo un 39,5% de los turistas españoles visitando
Mallorca se embriagó, frente al 95,7%
de los ingleses y el 86,4% de los alemanes.
Prácticamente todos los entrevistados han
visto gente borracha, discusiones y actividad
sexual en público. Mientras que un 63% ha
podido observar consumo de drogas, un
49% ha sido testigo de peleas y un 43% de
actos de vandalismo (Hughes et al., 2009).

REVISTA ESPAÑOLA DE DROGODEPENDENCIAS 

No hay comentarios:

Publicar un comentario