Drogas legales emergentes (XIX). DERIVADOS DE LA PIPERAZINA
Drogas legales emergentes: marihuana sintética, kratom, salvia divinorum, metoxetamina y los derivados de la piperazina
Raúl Espert Tortajada1,2, Joana Perez San Miguel1, Marien Gadea Doménech2, Javier Oltra-Cucarella3 y Marta Aliño Costa2
1 Unidad de Neuropsicología (Servicio de Neurología), Hospital Clínico Universitario (Valencia)
2 Departamento de Psicobiología. Facultad de Psicología. Universitat de València
3 Servicio de Neuropsicología. Unidad de Demencias. Hospital Universitario Santa María del Rosell (Cartagena)
Raúl Espert Tortajada1,2, Joana Perez San Miguel1, Marien Gadea Doménech2, Javier Oltra-Cucarella3 y Marta Aliño Costa2
1 Unidad de Neuropsicología (Servicio de Neurología), Hospital Clínico Universitario (Valencia)
2 Departamento de Psicobiología. Facultad de Psicología. Universitat de València
3 Servicio de Neuropsicología. Unidad de Demencias. Hospital Universitario Santa María del Rosell (Cartagena)
La piperazina se desarrolló originalmente
como un antihelmíntico que fue reconocido
por sus efectos similares a las anfetaminas.
Los derivados de la piperazina son una
clase popular de estimulantes a menudo
comercializado como “party pills” o “éxtasis
legal”. La más conocida de esta clase de
drogas recreativas es la benzilpiperacina
(BZP o A2), pero existen derivados como
el TMFPP y mCPP. Hay muchos nombres
comerciales para las mezclas de derivados
de la piperazina; algunos de los más comunes
se denominan “Benzo Fury,” “MDAI” o
“Cabeza rápida”. La BZP recibió el estatus
de la Lista I de drogas en 2004; sin embargo,
el número de incautaciones de BZP suministrados
a los laboratorios forenses creció
de 437 en 2007 a 13.822 en 2009 (Drug
Enforcement Agency, 2010).
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